Revolucion Actitud y Pesía (Dale, que MENTENGUERRA estuvo aquí!)
11 de febrero de 2012
Mañana es su día...
Mañana es su día, y yo aquí sentada sin poder hacer nada,
Arrinconada en el abismo neandertal de nuestros errores,
Llorando en el techo como gato en celo, pidiendo al silencio una probada de ese ayer un tanto corto,
Sin satisfacción de haber cumplido los objetivos que alguna vez me plasme en mi vida.
Me he detenido a escribir este épico dilema en el que me encuentro,
Porque no veo solución ni salida para este conflicto de un libro aun no cerrado,
Encaminando la mirada en la tristeza, reposando en el blanco frio,
Como si en el siguiente crepúsculo, fuera el fin de una parte de mí.
No podré tan siquiera pensar en cómo serán las cosas a partir de aquí,
Quisiera estrujar con fuerza esa soledad que me acompañaba cada cierto par de días,
Aquella, que me obligó a tomar una decisión por no ser constante en mí,
Aquella que guardé en un sótano y desempolvo cada vez que me veo aburrida.
Mañana es su día, y mis manos tiemblan por no saber cómo expresar,
Mañana quizás vuelva sin una sola llamada, pero por hoy, solo me queda imaginar,
Escucho campanas sonar cada vez que pienso en la frustración,
Que su cimiento provoca cuando por hecho recuerdo.
Estar frente a frente con mi mayor temor, y decirle que soy feliz gracias a él,
Pero sin tener que recurrir al dolor que me provocan las palabras al ser pronunciadas,
Qué ironía de la vida, donde un día estuve parada, es a donde tuve que regresar,
Y yo ingenua que me di por muerta, y me doy cuenta que siguen siendo emociones las que se experimentan.
Mañana es su día, y yo cobarde, no podré estar ahí…
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