Juego de confusión

Mañana este insomnio me pasará factura,

Terminadas las palabras que un viento sordo escucha

No queda más que decir, susurraré a mis aposentos que hoy la luna se ha ido,

El órgano vital tiene un vacio o un espacio que construyo con vista hacia el mar.

Siendo una fragata marinera en medio del charco de los patéticos,

Si su marea sube, inunda aquel hueco, que me hace meditar,

Pirata mi esencia, navegué en el océano del Carpe Diem,

Entonces no ocurrió nada y acabé por empezar otro poema.

Escribo frases que me abracen, los brazos del decente se escaparon de su fuente,

Soy un candelabro entre mil rosas y desiertos,

El chamán de las montañas de unos labios y lamentos

Esperando que colosos bajen con el lenguaje de cielo.

Late el corazón aunque en el libro de secretos no halle el cuestionario,

Ha besado tantas bocas, pero nadie abre su armario,

Sueño con todos esos versos tan lejanos,

Como el agua que se escapa entre los  huecos de las manos.

 

Ridículo libro sin prólogos sustenta la penumbra de un recuento de existencias,

Con solo escuchar diálogos, a varios tragos amargos lleva,

Largos monólogos de la médula, del interior de las alucinaciones

Proclaman la excelencia de la regla de estas mediciones.

Corren por el pasillo a lo lejos los baúles,

El grado de azul en sus candados, define en mi mente las clases,

Vivo un juicio en que soy juez, defensa, fiscal, criminal, testigo

Y la única respuesta que encuentro al dilema es su castigo…