Revolucion Actitud y Pesía (Dale, que MENTENGUERRA estuvo aquí!)

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19 de septiembre de 2012



Este cuento fue creado gracias a la mano de mi gran amiga 
Michelle Carrillo, entre las dos realizamos esto, sin saber 
cuál iba a ser el resultado o el final del mismo, le doy muchisimas
gracias por haber hecho esto conmigo, porque en verdad a 
las dos, nos ha encantado. (Respetando como lo tome
el que lo lea). Te quiero amiga =)


Había una vez una niña que vivía en el bosque con sus padres, su padre era leñador y aunque no ganaba mucho, eran relativamente felices, al cabo de un tiempo, la niña creció y mientras crecía, se daba cuenta que el comportamiento de sus padres iba cambiando, o mejor dicho, se dio cuenta de que en realidad siempre era así, es solo que era pequeña e ingenua.

Una noche, aquella niña corrió hacia el bosque tratando de alejarse de su borracho padre, el comúnmente las golpeaba a ella y a su madre, mas su madre nunca tuvo el valor de enfrentarlo y descartar de una vez ese dolor tan pesado, absurdo que las hacía ver como pequeños pájaros mestizados, discriminados por su color. Corrió y corrió aquella niña, hasta que se detuvo en frente un frondoso y viejo árbol, se sentó en una de sus ramas, miro hacia el cielo y se pregunto ¿por qué?

Tras una serie de ríos en llantos, se detuvo el tiempo y en su contra, la furia, el odio e impotencia habían invadido por última vez su médula espinal. Tal vez así era como debía ser, tal vez poco a poco olvidaría aquellos sentimientos, los sentimientos se vuelven subjetivos en puntos como este, ¿de qué sirve sentir? Es como si una tormenta lanzara un relámpago cegador que quema todo y lo destruye, aquellos arbustos carbonizados se convertirán en cenizas, pero al volver a crecer jamás serán vida, simplemente cenizas.

Pero algo ocurrió, ya venía siendo hora de dar la vuelta a los polos, ahora se encontraba caminando de vuelta a su "hogar", enlazando idea tras idea para formar un buen argumento que carcoma la poca conciencia que a su padre le quedaba. Al pasar por aquella puerta lo vio decidida, entonces se dirigió hacia él para vociferar todo lo que en su corazón se hallaba, pero su madre se adelanto.

Confusión, al ver aquellos actos pasionales, que no llegaban a nada más que eso, jamás los había visto comportarse de esa manera, aunque cuando era más pequeña, tuvo la idea de que se amaban con mucho fervor, era mentira, su vida era una mentira, que ironía, ella que se pensaba alegre, esa noche supo que toda su vida era una tristeza.

 Entonces la rabia volvió a su cuerpo, por un instante se sintió azotada por pequeños espasmos de deseos por acabar con sus vidas, pero lo olvido por completo, no podía pensar en aquello, al fin y al cabo los amaba, eran sus padres; e ignorando todo su entorno fue a su cuarto para intentar dormir. A media noche despertó y unos ruidos extraños escuchó, provenían de la cocina, así que sin temor alguno se dirigió al lugar, estaba a oscuras, entonces que fue a la sala por un candelabro, y encendió las pequeñas velas que estaban en él, lo primero que vio fue a su padre, su cara estaba contraída por el exceso de rabia que sentía, fúrico, gritaba palabras inentendibles, a su madre. Ella estaba aterrada y postrada de rodillas con la cabeza agachada, su llanto era lastimero, tanto que podría conmover hasta al más cruel corazón.

Era ella degollada en el suelo de la cocina, pero su impresión fue tal  que no vio otra respuesta más que quedar anonadada y al cabo de pocos segundos volver a la cama. En la mañana siguiente, despertó temprano para saber que iba a suceder con el cuerpo e su difunta madre, y mientras se acercaba al lugar, ya podía escuchar el macro llanto que su padre experimentaba.


Nuevamente confusión, ¿por que lloraba, si fue él quien la asesino? Tal vez por arrepentimiento, tal vez porque se encontraba borracho, o tal vez simplemente todo esto era un sueño maldito que se sentía real, ¿Qué pensar? ¿Que sentir? ¿Qué creer? Nada es claro ya, el agua se quedo turbia, nada se puede ver a través de ella. Confusión.

Fue entonces cuando los ojos de la niña se echaron a lanzar lágrimas ásperas y frías, y un miedo indescriptible por la vida en sí surgió de repente, la niña sin fijarse en el cuerpo inerte de la madre, se dirigió a los brazos de su padre, para poder sentir el afecto que le faltó durante hace mucho tiempo, ella, solamente quería verse protegida, a pesar de que sabía que su padre era el asesino de su madre.

Pero algo inexplicable sucedió, algo que cambiaría su vida de ahora en adelante, ¿Por qué?.
Al ir al encuentro con aquel padre que aborrecía el egoísmo se hizo presente, no importaba si lo detestaba, hasta el punto de, incluso, querer matarlo, no importaba ya. Lo único que deseaba era encontrarse en esos brazos que nunca brindaron calor, afecto, pero si reproches sin sentido, golpes que nunca se olvidarán, que permanecerán como un maldito parasito que lo carcome todo a su paso. Sin alma, una vida sin sentido alguno, vivir por vivir.
Su padre se encontraba de rodillas, llorando amargamente a su difunta madre, se acercó, coloco en su hombro una mano, haciendo que aquel hombre se vuelva hacia ella. Y finalmente sintió sus brazos.

Más el tiempo que pasó acurrucada en ellos fue como un parpadeo de ojos, que a la vez se volvió largo, pues no podía ver nada, solo sentía un calor tan fuerte, casi como sentir el sol a centímetros de la piel, hasta que por algún sonido en la cocina, volvió a la realidad.

La niña crecida no lo pudo creer, se encontró completamente sola parada en medio de la cocina, no sabía qué había ocurrido con sus padres, que hace un pequeño instante se encontraban a su lado, entonces recordó a su madre perecida y su padre llorando por ella, de inmediato, de un brusco movimiento de cabeza, regreso a ver al alucinado lugar de aquella escena petrificante que vivió. Y en lugar de dos radiantes girasoles, encontró el cadáver de su madre, cubierta por la sangre de su también muerto padre.

Una serie de contradictorios sentimientos de agazaparon dentro de ella, ¿felicidad? ¿tristeza? ¿Soledad? ¿Qué era lo que ocurría?, ¿Sería verdad?, esos seres que la crearon, le dieron vida, la guardaron, y que al fin y al cabo la amaron ¿Muertos? ¿Exterminados? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Cómo? Su rostro que había permanecido inmutable, cambió. Una sonrisa se formó en él. Sí, Ahora todo tiene sentido, recordó; Sí, lo había deseado, y aunque descartó esa idea por completo, era una realidad. Era ella, fue ella. Aquella niña que vivía en medio del bosque acompañada de su querido padre y de su madre amada. Bañada en sangre, sí, era la sangre de sus padres y un cuchillo que toda la mañana había permanecido en su mano.

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