se agota mi pasiencia, y me sangra la nariz...
Veo gente pasar, pero ni a una sola persona,
me busco entre espejos, con dudas de saber si soy
otro reflejo...
La esperanza de alcanzar aquella estabilidad emocional
se desvanece poco a poco, murmullando mi nombre
y burlandose de mi torpeza...
Tu sonrisa me recuerda esos días de antaño
en los que solía sonreir...
A veces lloro, pero nunca nadie lo sabe,
talvez incluso Dios...
Golpeo mi corazón e intento reaccionar con firmeza y sabiduría,
pero siempre se confunde, al debatirse
con mi alma y cabeza...
La verdad no suelo buscar comprensión, al final,
nadie me podrá comprender aunque se cruze en mis zapatos,
ni intento demostraros algunos de mis defectos
pues cada uno es un mundo distinto,
y el mio es muy complejo...
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